Una tendencia en crecimiento
Por Nayla Gutierrez
Moda y reciclaje para ayudar al medioambiente
En los últimos años, son cada vez más los
diseñadores y las grandes firmas que optan por esta modalidad de trabajo, al
tiempo que concientizan a la sociedad sobre los beneficios de la práctica de
reciclado.
La moda apodada green está basada en todo lo
que antes era tirado a la basura: desde latas de gaseosa (que pueden
convertirse en bolsos y carteras), guantes de látex, todo tipo de envases y plásticos,
hasta la reutilización de telas que antes servían a otro propósito. Atrae
mayormente a los amantes del ‘vintage’ o ropa antigua, pero cada vez hay otros
sectores interesados.
En latinoamérica ya hay antecedentes de eventos
de alta costura vinculados a estas iniciativas: en el 2010 durante la feria de
reciclaje en las ruinas de Panamá, la recién creada empresa Panamá Fashion
Design presentó a su joven cama de diseñadores y sus distintos proyectos:
vestidos hechos con papel ahumado y bolsas de basura, con recortes de revistas
y bolsas plásticas, y saco de nylon con papel tissú, entre otros.
El viejo continente tampoco es la excepción.
Tal es así que figuras de la talla de Jorge Duyos, en conjunto con la compañía
Ecovidrio, unieron fuerzas para crear un contenedor de vidrio costumizado, presentado
como parte de la puesta en escena durante el Cibeles Madrid Fashion Week.
Los productos son presentados tanto en los
circuitos high fashion (y en este
caso Martín Margiela es tanto un precursor como uno de los referentes que
mayores ganancias recibe por su mercancía) como en aquellos más modestos: la
diseñadora argentina Liza Greenberg diseña a partir de material reciclado,
prendas de vestir, o hasta inclusive telones de teatro.
En cuanto a confeccionar a partir de elementos
naturales y no químicos, sintéticos, fertilizantes ni pesticidas, la firma
Giorgio Armani trabaja con diseñadores italianos en una línea de jeans hechos
con algodón orgánico. En este mismo país, las marcas que emulan esta idea son
Gap y Nike, entre otras.